La quinoa, también conocida como quinua, es una semilla que se cultiva en varios colores, incluidos negro, rojo, morado y blanco. Hay alrededor de 120 variedades de quinoa en el mundo, aunque la más común es la blanca, que puedes encontrar en casi todos los supermercados.

Aquí tienes una pequeña guía de cada variedad:

• Blanca: el tipo de quinoa más común, tiene el sabor más suave y la textura más esponjosa, por eso es ideal para servir con multitud de alimentos.
• Roja y morada: más duras y de sabor más fuerte que los otros tipos, estas variedades de quinoa mantienen su forma durante la cocción, lo que las hace fáciles de añadir a otras recetas, como ensaladas y tortitas.
• Negra: terrosa y visualmente impactante, la quinoa negra tiene un sabor dulce que combina bien con aderezos de sabor fuerte con mostaza y verduras amargas, como la rúcula.

No hiervas la quinoa durante todo el proceso de cocción, como lo harías con la pasta. Piensa en ello más como arroz: añade las semillas al agua con sal, caliéntalo hasta que hierva y enseguida baja el fuego a temperatura mínima. Tapa la olla durante 15 minutos o hasta que esté tierna la quinoa, ¡y está lista! Si ves que tiene una pequeña forma de "cola", es indicativo de que está cocida.

Para darle más sabor, sustituye el agua de cocción por caldo de pollo, de carne o de verduras. Puedes utilizar el caldo tras la cocción para añadirlo a los ingredientes con los que vayas a acompañar la quinoa.

Prueba a tostar la quinoa antes de hervirla: este paso adicional rápido le dará a la quinoa una mayor intensidad de sabor, enriqueciéndola y añadiendo sabor a nuez. Una vez lavada la quinoa, sécala extendiendo una fina capa sobre una tabla de cortar o papel de horno con papel de cocina por debajo. Tardará alrededor de 10 minutos. Luego, coloca la quinoa en una olla seca, la que después usarás para hervir el agua, a fuego medio y revuélvela durante unos cinco minutos. Cuando las semillas comienzan a saltar significa que ya están tostadas. Después de esto, cocina la quinoa como de costumbre.

También puedes preparar quinoa para el desayuno como alternativa a la avena. Simplemente, cuece la quinoa en leche o agua. Mezcla con los ingredientes de tu elección, como fruta fresca, canela o frutos secos.