La lubina, conocida por su sabor suave y delicado, será la protagonista de este plato digno de las mejores cocinas, entre las que está la tuya. La aderezamos con una salsa criolla, originaria de la gastronomía peruana y argentina, y la acompañamos con un parmentier de patata sedoso y perfecto para esta exquisita receta.
220 gramo(s)
Lubina
1 unidad(es)
Tomate
1 unidad(es)
Pimiento verde italiano
½ unidad(es)
Cebolla roja
400 gramo(s)
Patata
1 pizca(s)
Sal y pimienta
4 cucharada(s)
Aceite de oliva
1 cucharada(s)
Mantequilla
1 cucharada(s)
Vinagre
¡Asegúrate de utilizar las cantidades indicadas a la izquierda para preparar tu receta! Pela las patatas y córtalas en dados de 2 cm. En una olla, agrega las patatas, cúbrelas con agua y añade una pizca de sal. Lleva a ebullición, luego, cocina a fuego medio 15-18 min o hasta que estén blandas.
Corta el pimiento por la mitad y quítale las semillas. Luego, córtalo en cubitos pequeños. Pela la cebolla, divídela en dos y corta una mitad (doble para 4p) en daditos pequeños. Corta el tomate por la mitad, luego, corta en cubos pequeños.
En un bol grande, agrega los vegetales, un chorrito generoso de aceite y el vinagre de vino tinto (ver cantidad en ingredientes). Salpimienta y mezcla bien. Reserva en la nevera.
Cuando las patatas estén listas, escúrrelas y colócalas en una jarra medidora. Agrega un chorrito de aceite, la mantequilla (ver cantidad en ingredientes), sal y pimienta al gusto. Con la ayuda de un túrmix, tritura hasta conseguir un puré cremoso.
Seca la lubina y salpimienta. En una sartén antiadherente, calienta un chorrito de aceite a fuego medio-alto. Luego, cocina la lubina 2 min por lado, hasta que la piel quede crujiente y la lubina quede bien hecha.
RECUERDA: Lávate las manos y los utensilios de cocina después de manipular pescado crudo.
Sirve el parmentier de patata en la base de los platos y coloca encima la lubina. Cubre con la salsa criolla al gusto.
SABÍAS QUE: La piel del pescado actúa como un aislante natural, protegiendo la carne para que no se endurezca ni seque. Por eso, es recomendable cocinar el pescado primero por la parte de la piel para obtener una carne jugosa y una piel crujiente.