¿Quién dijo que las sopas eran para el invierno? Atrévete a probar esta sopa fría de judías y de sus múltiples acompañamientos y aderezos. Por una parte, preparamos un aceite casero de perejil y lo agregamos sobre la sopa junto a una crema de vinagre balsámico. Finalmente, acabamos el plato con tomates cherrys marinados y un crujiente de queso.
760 gramo(s)
Judías blancas
(Contiene Sulfitos)
125 gramo(s)
Tomate cherry
1 sobre(s)
Crema de vinagre balsámico
(Contiene Sulfitos)
1 sobre(s)
Caldo vegetal
(Contiene Apio)
20 gramo(s)
Queso italiano rallado curado
(Contiene Leche)
1 unidad(es)
Perejil
1 pizca(s)
Sal y pimienta
3 cucharada(s)
Aceite de oliva
30 mililitro(s)
Aceite para la salsa
20 mililitro(s)
Agua para la salsa
200 mililitro(s)
Agua
1 cucharadita(s)
Orégano
1 unidad(es)
Ajo
¡Asegúrate de utilizar las cantidades indicadas a la izquierda para preparar tu receta! Deshoja el perejil. En una jarra medidora, añade el perejil, el aceite para la salsa, el agua para la salsa (ver cantidad en ingredientes de ambos) y sal al gusto. Tritura con un túrmix hasta que quede un aceite de perejil homogéneo. Reserva el aceite de perejil en un bol y limpia la jarra medidora.
Escurre las judías blancas. Pela y pica el ajo (ver cantidad en ingredientes). En una sartén antiadherente, agrega un chorrito de aceite junto con el ajo. Calienta a fuego medio y cocina 1-2 min o hasta que se dore. Agrega la mitad de las judías blancas y cocina 2 min. Cuando estén listas, retira y reserva.
En la jarra medidora, mezcla el caldo vegetal en polvo y el agua (ver cantidad en ingredientes). Luego, agrega las judías blancas salteadas y las judías blancas que no se han cocinado. Agrega un chorrito de aceite, salpimienta y tritura con el túrmix hasta conseguir una sopa lisa. Reserva en la nevera hasta el emplatado.
Corta los tomates cherry por la mitad y agrégalos a un bol. Añade un chorrito de aceite y el orégano (ver cantidad en ingredientes). Salpimienta y mezcla.
Limpia la sartén con un papel de cocina. Calienta la sartén a fuego medio sin aceite y reparte el queso italiano en dos pequeños montones en la sartén, dejando un espacio entre ellos. Cocina durante 2 min, dales la vuelta con ayuda de una espátula y cocina 2 min más, hasta conseguir dos piezas de queso tostado y crujiente.
Sirve la sopa fría de judías blancas en platos hondos y agrega encima los tomates cherry marinados, la crema de vinagre balsámico y el aceite de perejil. Finalmente, trocea el crujiente de queso y agrégalo sobre el plato.