Las pizzas no siempre han de ser grasientas y sinónimo de comida rápida y poco saludable. Con esta receta te ofrecemos que cocines una pizza fresca y diferente, con una base de crème fraîche, espárragos salteados, crema de vinagre balsámico y rúcula aderezada.
2 piece
Base de pizza
(ContieneGluten)200 g
Espárragos verdes
200 g
Crème Fraîche
(ContieneLeche)½ piece
Cebolla roja
50 g
Rúcula
1 sobre
Crema de vinagre balsámico
(ContieneSulfitos)50 g
Queso rallado
(ContieneLeche)1 pizca
Sal y pimienta
2 cucharada
Aceite de oliva
2 cucharadita
Vinagre de vino tinto
Precalienta el horno a 220ºC. Retira el tallo inferior a los espárragos y deséchalo. Corta la parte superior de los espárragos y sepárala del resto. Corta el resto del espárrago diagonalmente en trozos de 1-2 cm. Pela la cebolla y córtala por la mitad. Luego, corta una mitad (doble para 4p) en tiras finas.
Pon una sartén a calentar con un chorrito de aceite a fuego medio. Una vez esté caliente, agrega los espárragos y cocina durante 3-4 min, hasta que se ablanden un poco.
Coloca las bases de pizza en una bandeja de horno con papel de horno. Reparte la crème fraîche entre las bases de pizza, dejando sin cubrir los bordes. Salpimienta al gusto. Agrega la cebolla sobre las bases de pizza.
Cuando los espárragos estén listos, repártelos entre las bases de pizza. Cubre las pizzas con el queso rallado. Hornea las pizzas 15-20 min, hasta que estén crujientes y doradas.
En una ensaladera, mezcla el vinagre de vino tinto (ver cantidad en ingredientes), un chorrito de aceite y salpimienta al gusto. Justo antes de servir, agrega la rúcula y mezcla bien.
Cuando las pizzas estén listas, sácalas del horno y añade la crema de vinagre balsámico encima. Agrega rúcula al gusto sobre las pizzas y sirve la rúcula restante como acompañamiento.