2 unidad(es)
Pechuga de pollo
50 gramo(s)
Rúcula
20 gramo(s)
Pecorino
(Contiene: Leche)
100 gramo(s)
Quinoa
1 paquete
Miel
100 gramo(s)
Queso griego
(Contiene: Leche)
1 unidad(es)
Pera
1 pizca(s)
Sal y pimienta
2 cucharada(s)
Aceite de oliva
200 mililitro(s)
Agua
40 mililitro(s)
Agua para la salsa
20 mililitro(s)
Aceite para la salsa
1 cucharadita(s)
Vinagre
¡Asegúrate de utilizar las cantidades indicadas a la izquierda para preparar tu receta! En un cazo, agrega el agua (ver cantidad en ingredientes), una pizca de sal y la quinoa. Lleva a ebullición, luego, cocina a fuego medio-bajo durante 12 min, con el cazo tapado. Una vez listo, remueve con un tenedor para que la quinoa no se pegue y deja reposar con la tapa puesta hasta el momento de servir.
Pela y corta la pera por la mitad y retira el corazón. Luego, apóyala por la parte plana y corta gajos de 1 cm. Calienta la sartén antiadherente a fuego alto. Luego, añade la pera, la miel y un chorrito de agua y cocina 2-3 min, remoiendo frecuentemente, hasta que oscurezca y caramelice. Cuando esté lista, retira de la sartén y reserva. No limpies la sartén, dará más sabor al pollo que cocinarás después.
En la jarra medidora, agrega 1/3 de la rúcula, el queso pecorino, el aceite para la salsa y el agua para la salsa (ver cantidad en ingredientes de ambos). Salpimienta y, con ayuda de un túrmix, tritura hasta conseguir un pesto de rúcula liso.
Desmenuza el queso griego en trozos medianos. En una ensaladera, agrega la rúcula restante, un chorrito de aceite y el vinagre de vino tinto ( ver cantidad en ingredientes). Salpimienta y mezcla bien, de forma que la ensalada quede aderezada.
En la sartén, calienta un chorrito de aceite a fuego medio. Una vez caliente, agrega las pechugas de pollo, salpimienta y cocina 3-4 min por lado, hasta que estén doradas y bien cocinadas en el interior. Fuera de la sartén, corta el pollo a lo ancho en tiras de 1 cm. Reserva el aceite que quede en la sartén.
RECUERDA: Lávate las manos y los utensilios de cocina después de manipular carne cruda.
Sirve la rúcula aderezada en la base de los platos y agrega encima la quinoa. Añade sobre la quinoa la pera caramelizada, el queso griego y el pollo. Acaba el plato con el aceite que quedó en la sartén tras cocinar el pollo y con el pesto de rúcula.